Sobre mí
Catedrático de Economía Aplicada.
Departamento de Economía y Dirección de Empresas
Catedrático de Economía Aplicada. Departamento de Economía y Dirección de Empresas. Director del grupo de investigación INSERAS, servicios para la sociedad. Director de los Master sobre Innovación Pública y Transformación Digital para los Servicios Públicos/para la Sociedad Civil/para las empresas. Coordinador científico del proyecto Europeo H2020 sobre co-creación de valor e innovación para transformar las administraciones públicas europeas (Co-VAL, 2018-2021).
Posiciones académicas previas incluyen: visiting scholar en la Universidad de Harvard (2022, Estados Unidos), visiting Fulbright Schuman Scholar at Boston University, (2012, Estados Unidos), distinguished professor at VTT-Tekes-Academia de Ciencias (2011-2015, Finlandia), honorary scholar at the University of Birmingham (2008-2010, Reino Unido) y presidente de la European Association for Services Research (2004-2008, RESER).
Posiciones previas como staff en organismos internacionales incluyen The World Bank Group, Washington, DC, Estados Unidos (2012-2016), y la Comisión Europea en Bruselas (Bélgica) (2002-2004). Docencia en Política Económica y en Innovación. Cerca de 200 publicaciones sobre servicios, innovación, comercio y competitividad y estudios urbanos y regionales. Las publicaciones de los últimos 10 años (2012-2022) le sitúan en el top 10% mundial de investigadores en Economía.
Áreas de experiencia
Enseñanza, investigación y consultoría en las temáticas de: Servicios, Innovación, Servicios a empresas, Innovación en servicios, Innovación social, Servicios públicos, Estudios urbanos y regionales, Política económica, Economía del conocimiento, Competitividad, Globalización y comercio internacional, Bienestar, Estadística, Ferias y exhibiciones.
Publicaciones científicas
No interfiramos el mercado donde funciona bien… siempre he sostenido que hay una única cosa peor que el mercado: ningún mercado
Llamar ciencia a un campo del conocimiento no debería implicar ni elogio ni denigración.
El estudio de la economía no requiere ningún don específico. Sin duda, si se la compara con las ramas más elevadas de la filosofía o de la ciencia pura. Se trata, intelectualmente, de un tema fácil. Y, sin embargo, los economistas buenos o simplemente competentes escasean como los pájaros más exóticos. ¿Es que se trata de una disciplina fácil en la que pocos consiguen el nivel de excelencia? Esta paradoja se explica en gran medida porque el economista necesita poseer una combinación de dotes poco frecuente. Tiene que alcanzar un nivel elevado en diferentes direcciones y debe reunir talentos que no se encuentran juntos. Debe ser un matemático, historiador y estadista, y filósofo hasta cierto punto. Debe comprender los símbolos y hablar con palabras. Debe contemplar aspectos particulares en relación con un todo, abordar conjuntamente lo abstracto y lo concreto. Debe estudiar el presente en función del pasado y pensando en el futuro. Ningún aspecto de la naturaleza humana o de sus instituciones debe pasar inadvertido a su curiosidad observadora. Debe simultanear la voluntad de acción con la neutralidad; debe ser elevado e incorruptible como un artista, y estar a veces tan cerca del suelo como un político.